FILIPINAS

Al igual que algunos de sus países vecinos, Filipinas está llena de contrastes. Diferencias culturales y paisajísticas marcan el carácter de cada una de las más de 7000 islas que componen el país.
Filipinas está situada en el cinturón de fuego del pacífico, por lo que la actividad sísmica es frecuente. Esto, junto con su clima tropical, la convierten en el destino perfecto para los amantes de las aventuras y de la naturaleza más salvaje.
¿Qué saber antes de viajar a Filipinas?
- ¿Es necesario solicitar visado? ¿Y vacunarse?
- ¿Qué moneda se usa y qué idiomas se hablan?
- ¿Qué lugares visitar y cómo moverse?
VISADO Y VACUNAS
Si eres español y pretendes visitar el país por no más de 30 días entonces NO necesitas solicitar ningún tipo de permiso. Eso sí, ese importante que tu pasaporte tenga validez por más de 6 meses tras la entrada al país y que estés ya en posesión de tu billete de vuelta. Si tu idea es pasar más de 30 días en el país, entonces debes dirigirte a la página web de la embajada y solicitar un visado especial en función de los motivos de tu viaje.
En cuanto a las vacunas, no existen vacunas obligatorias para los viajeros procedentes de España. Sin embargo, sí es recomendable vacunarse contra la Hepatitis A y B y la fiebre amarilla. Además, dependiendo de las islas visitadas, el riesgo de contraer malaria puede ser alto. En ese caso, te recomiendo que visites a tu médico y le pidas que te recete "Malarone" (antimalárico).
MONEDA E IDIOMA
La moneda oficial en Filipinas es el peso filipino, cuya equivalencia con el euro está en torno a 1 PHP = 0,017 €.
En Filipinas los dos idiomas oficiales son el filipino y el inglés (firme prueba de su pertenencia a los EEUU hasta el año 1946). Aunque sólo estas son oficiales, en el país se hablan cientos de lenguas diferentes.
LUGARES DE INTERÉS Y CÓMO MOVERSE
Al tratarse de islas, no queda más alternativa que moverse en avión y/o barco. En nuestro caso, recurrimos a ambas opciones a lo largo del viaje. Otra cosa a tener en cuenta es que es imposible visitarlas todas así que tendrás que hacer un trabajo de investigación importante antes del viaje para saber cuáles te interesa más visitar.
*El tiempo en Filipinas es muy cambiante y puede ser un factor muy importante a la hora de disfrutar del viaje. Por ello, si puedes permitírtelo, te recomiendo ir eligiendo las islas que visites sobre la marcha. Así lo hicimos nosotras y no tuvimos ningún problema.
La isla más famosa (merecida fama) es Palawan, así que esta no puede faltar en tu viaje si quieres disfrutar de la típica imagen del país en El Nido.
- Siargao
Siargao es la isla de las olas y en ella se celebran competiciones internacionales de surf. Pero también es mucho más. Es un paraíso de menos de 500 km2 repleto de palmeras, lagoons y manglares. Aunque hay algunos resorts de lujo, en general se respira un ambiente bohemio, juvenil y relajado.
Entre las actividades para hacer en Siargao están el Sugba Lagoon y el Island Hoping que te lleva en barca a varias islas desiertas. Nosotras hicimos estas dos y las recomendamos al 100%. En pocos lugares de Filipinas encontrarás una isla para disfrutar en total intimidad, ¡Aprovéchalo!
Además de las actividades organizadas, nosotras tuvimos la suerte de recorrer algunas carreteras pequeñas y locales con nuestro amigo Roy (uno de los guías del Sugba Lagoon). Adentrarse en la parte más auténtica de la isla, sin turistas y sin tanto tráfico fue toda una experiencia.
Después de 3 días en la isla tocó decidir el siguiente destino, la isla de Bohol. Para llegar a ella optamos por coger 3 ferrys (1 de ellos nocturno) saliendo desde el puerto de Siargao. Al ser un medio de transporte usado por los locales, resultó ser mucho más barato. Para comprar los tickets basta con dirigirse al punto de venta en un pueblo cercano a la zona turística (lo mejor es que alguien te lleve en su moto).
> Bohol
Como les comentaba antes, la opción del ferry, aunque agotadora, fue muy económica. Esa misma noche descubrimos porqué. ¡Vaya experiencia! El recorrido fue Siargao > Surigao > Cebú > Bohol (Tagbilaran). El primer y último trayecto fueron relativamente cortos y cómodos pero el segundo implicó pasar la noche entera en unas literas en cubierta con las olas salpicándonos la cara, los baños inundados con noodles flotando en los lavabos y ronquidos de todo tipo a nuestro lado...Ahora me causa risa pero en ese momento estábamos las 4 rezando para llegar lo antes posible! Jajajaja
Una vez en la isla Bohol, optamos por coger un taxi que nos llevara a nuestro hotel en Anda, donde nos hospedaríamos los próximos 4 días. Anda es un pueblito costero con playas paradisíacas, colinas a las que se puede ir para hacer senderismo, rutas con cascadas, arrozales, etc. Durante nuestros días en Bohol, contratamos varios "tuk-tuk" o coches para hacer las distintas visitas. La última de ellas, las Chocolate Hills. Las famosas montañas redonditas que se extienden hasta el horizonte.

Después de Anda, decidimos movernos a otro hotel en una región cercana a nuestra próxima actividad: hacer snorquel con tortugas verdes en Balicasag. Es una visita bastante recurrida por lo que no tendrás problemas a la hora de encontrar agencias/grupos que lo organicen. No sé cómo de fácil es ver tortugas en otras regiones pero en Balicasag vimos muchísimas, pudimos nadar con ellas (manteniendo las distancias) y disfrutar del día en el mar. En nuestro caso, después de nadar fuimos a comer a la propia isla de Balicasag (estaba incluído en nuestro paquete) y luego volvimos a Bohol.
Sin duda es una experiencia para vivir si disfrutas de la vida marina y del mar. Eso sí, asegúrate de cubrirte de protector solar antes, ¡nosotras nos quemamos enteras!
> Palawan (El Nido y Port Barton)
Nuestra última isla y, sin duda alguna, una de las más espectaculares. Esta vez, para llegar , decidimos coger un vuelo con la compañía Cebu Pacific directo a El Nido. Recuerdo perfectamente cómo nos impresionó la primera vista que tuvimos a la bahía de El Nido estando aún dentro del avión. No dábamos crédito a lo que estaban viendo nuestros ojos. Una maravilla de la naturaleza sin lugar a dudas.
El Nido se merece la fama que tiene. Todas esas montañas plagadas de verde emergiendo de las bahías con el agua más cristalina y azul que pueda existir, atardeceres de ensueño, playas de palmeras, peces, coral...lo tenía todo. Pero claro, esto siempre tiene la misma consecuencia: había muchísimos turistas. Y con ello, muchos locales destinados a ello, precios altos, gestión insuficiente de residuos, etc. La parte positiva es que hay muchísimas opciones de hospedaje, de gastronomía y de ocio. Una de las cosas más típicas era buscar alguna playa o bar bonito para disfrutar del atardecer. Era un momento "sagrado" para todos los que estábamos de visita y resultaba muy emocionante compartir cada tarde ese momento.
Durante nuestro tiempo en El Nido hicimos un tour en kayak por los principales lagoons (elegimos hacerlo a última hora para ahorrarnos las horas más fuertes de sol) y visitas en tuk tuk o moto-taxi a algunas playas como la Corong corong Beach en la que nos cayó un diluvio universal estando dentro del agua, otra experiencia para recordar por siempre.
Desde El Nido, nos fuimos en un bus de unas 5 horas de duración hacia Port Barton, que está más al sur de Palawan. Nuestra idea inicial habría sido ir a Puerto Princesa para nadar con tiburones ballena, pero finalmente decidimos no ir porque nos habían dicho que no se estaban viendo muchos esos días. Lo que no sabíamos era que en Port Barton veríamos otro de los espectáculos de la naturaleza más increíbles de nuestras vidas, el plancton bioluminiscente. Para verlo, basta con sumergirse en el mar durante la noche, preferiblemente en una zona con la menor luz artificial posible. La sensación es la de estar dentro de una película de Avatar, viendo tus brazos, tus manos y tu pelo llenos de puntitos azules brillantes. Espectacular.
En Port Barton hicimos también un tour que nos llevó hacia algunas playas e islas remotas maravillosas de las que pudimos disfrutar totalmente a nuestro aire ya que no había absolutamente nadie. Esto es un regalo por el que merece la pena hasta el último euro gastado en el viaje.

Desde Port Barton cogimos nuestro último vuelo interno hacia Manila, donde pasamos nuestra última noche antes de partir de vuelta a España. Una vez más, enamoradas de Asia.